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Channel: La Casa Española | el blog de Real Fabrica
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Preparando el café de pucherete, el de tu abuela

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Lo del olor a café llenando la cocina por las mañanas es algo que nos ha marcado a todos. Yo me acuerdo de mi tata Emilia en casa por las mañanas, poniendo una olla enorme de agua al fuego y dejándola hervir con calma, mientras hacía otras cosas por la cocina. Cuando hervía, echaba el café recién molido y el olor inundaba la cocina mientras lo colaba con un colador de media y lo ponía en la enorme cafetera roja... ¡Cuántos recuerdos pueden traer los olores!, ¿eh?


El peltre es sin duda otro de los símbolos que tenemos de nuestros mayores, pero como muchos somos de la generación cápsula de café... pues resulta que nos preguntais cantidad sobre cómo usar nuestras cafeteras de siempre. Y es que justo están hechas para esto, para preparar el café como lo hacía tu abuela, con calma, con pausa, para hacer café pucherete. Sinceramente, creo que es la manera más sencilla y fácil que hay de hacer café, ya que simplemente hay que infusionarlo y colarlo antes de servir, dejando un café suave y ligero pero con todo el sabor, con algunas notas más ácidas de lo que suelen tener los expresos. ¡Para cuando hay mucha gente es, sin duda, la manera más rápida de tener un buen café! Ojo, que casi siempre deja un poquito de residuo en la taza mientras se toma, pero es casi imperceptible. ¿os animáis? aquí tenéis los pasos básicos.

 

1. Ponemos a hervir el agua: podemos medirla por tazas, con una por persona está bien. Este paso antes se hacía en una gran olla, aunque se puede hacer también directamente en cualquier cafetera de peltre. Recordad que el peltre se puede usar tanto en fuego como en horno como en vitro, pero no en inducción, ya que reparte el calor de manera desigual. ¡Y nunca en microondas! es metal esmaltado y os puede saltar la casa por los aires, y no queremos eso, jajaja.

2. Una vez el agua esté hirviendo y borboteando, apagamos el fuego y echamos una cucharada colmada de café molido por taza de agua, si os gusta más fuerte, podéis echar una o dos cucharadas extra. También es normal echarle una ramita de canela para aromatizarlo un poco, o un poco de clavo y anís, esto ya sabéis, ¡por gustos!

3. Se remueve bien y se tapa o bien con un paño o con una tapa para que repose e infusione bien durante unos 5-10 minutos. 

4. Si lo habéis hecho en un cazo, sólo tenéis que colarlo con un colador de tela a vuestra cafetera para servir, o colarlo directamente en las tazas si lo habéis hecho en cafetera directamente. Si no tenéis un filtro de tela, utilizad un colador de los de siempre con papel de cocina, pero ¡ojo con remover!, el papel se rompe y puede dejar impurezas.

5. Una vez servido, simplemente queda disfrutarlo: solo o con un poquito de leche.



¡Y ya está! Espero que esta entrada os haya traído tantísimos buenos recuerdos como a mí. ¡Si os queda alguna duda, tenéis en nuestros Stories el proceso grabado en vídeo! ¡O no dudéis en preguntarnos!

Os recordamos que nuestro Twitter, Instagram y Facebook están actualizados constantemente, y que podéis consultarnos cualquier duda por cualquiera de ellas. 

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